
Un nuevo presupuesto europeo a la altura de nuestras ambiciones
Una fuerza motriz de la acción europea
Reducir las barreras al emprendimiento y la educación en Italia
Italia se enfrenta a importantes retos a la hora de apoyar el espíritu empresarial, en particular para los mayores de 35 años. Muchas subvenciones y programas de financiamiento excluyen a personas experimentadas que han adquirido las habilidades necesarias para construir negocios exitosos. Además, los altos impuestos sobre las subvenciones de la UE reducen su impacto real, ya que las empresas deben pagar el IVA al recibir fondos, comprar materiales y realizar ventas. La burocracia es otra barrera importante. El proceso de iniciar un negocio es costoso y lleva mucho tiempo, con altos honorarios notariales y largas aprobaciones. En el momento en que se reciben los fondos, muchos empresarios ya están endeudados. Un acceso más flexible a los préstamos y la simplificación de las solicitudes de subvención ayudarían a que prospere la innovación. En el sur de Italia, grandes áreas de tierra permanecen sin usar. Muchas de estas tierras requieren un cambio generacional, pero las generaciones más jóvenes a menudo se van al norte en busca de empleos mejor remunerados. El sur es el corazón de la autenticidad italiana y los productos de alta calidad, pero si esta tendencia continúa, su patrimonio económico y cultural estará en riesgo. Los efectos de la pandemia han acelerado aún más el cierre de empresas, mientras que las familias, que se enfrentan a dificultades financieras, están menos inclinadas a apoyar la educación superior para sus hijos. Esto contribuye a un ciclo en el que solo el 10% de los niños cuyos padres tienen solo un diploma de escuela intermedia logran obtener un título universitario, mientras que el 37% ni siquiera completa la escuela secundaria. El porcentaje de ninis sigue siendo alto, del 21 %, en comparación con el promedio de la OCDE.
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